A mi amiga la Dra. Viedma Luzcando, en ocasión del paro nacional contra la Minería y la Corrupción en 2023
Querida Viedma,
Muchas gracias por compartir tu artículo...
Aprovecho para comentarte que esta crisis nos ha inspirado para escribir. Para expresar nuestra profunda indignación y la dolorosa impotencia que sentimos. También me parece muy importante que narremos los hechos para que quede constancia de que el pueblo panameño no es tan dosis ni indiferente a lo que ocurre a su alrededor; y además, en el panameño "de a pie" existe un alto sentido nacionalista y especialmente en la juventud.
Los panameños tenemos una larga historia de luchas frente a incidentes que han violado la soberanía nacional. Y como corean los manifestantes en las calles "la pelea es peleando". No importa fin de semana, ni fiestas patrias; no importa día de la madre; no importa diciembre. Para los que pensaban que los panameños solo protestamos de lunes a viernes. ¡Bueno, se equivocaron! Se ha demostrado que cuando la violación a la soberanía es grave, no se puede bajar la guardia.
Este espíritu nacionalista lo hemos demostrado en distintos momentos de nuestra historia patria: en el incidente de la Tajada de Sandía de 1850, durante la invasión norteamericana en 1925; con la caminata desde la ciudad de Colón hasta la ciudad de Panamá; durante la huelga de hambre y la desesperación y el movimiento de inquilinato de 1925. La máxima expresión de nacionalismo se demostró el 9 de enero de 1964 con la entrada de estudiantes institutores a la Zona del Canal y durante la negociación de los Tratados Torrijos-Carter. Con la diferencia, que en los momentos anteriores, estuvimos frente a frente con los agresores extranjero. En esta ocasión nos estamos enfrentando a una banda "panameños traidores -vende patria" corruptos, ladrones y sin valores ni principios que por sus ansias de riqueza y poder son capaces de vender su alma al diablo. Por unos pocos millones de dólares en sus cuentas bancarias y se han prestado para regalar a compañías transnacionales, nuestros recursos naturales y destruir la pocas zonas verdes y la biodiversidad que aún queda en el país. El Phillip Bounau Varilla, que no era panameño, se les quedó chiquito.
Hasta aquí llego. Espero que mis comentarios no resulten inapropiados.
Como siempre, Saludos.
Cecilia Moreno Rojas
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